01 Mar La sepsis , una asignatura pendiente en los medios de comunicación
No es habitual que en nuestra página de noticias se comenten publicaciones que no tengan carácter científico. Sin embargo, en este caso hemos decidido hacer una excepción por la naturaleza de la información y el tratamiento dado en los titulares.
El pasado sábado falleció en Argentina D. Juan Manuel de la Maza, que ocupaba el cargo de Fiscal General del Estado, una responsabilidad judicial de gran trascendencia en los momentos que vivimos.
Al parecer durante su visita profesional “se sintió indispuesto” motivo por el cual se puso en manos de profesionales de la medicina en Buenos Aires, quienes tomaron la decisión de ingresarlo con un diagnóstico de infección urinaria, con una historia previa de diabetes.
Según se ha publicado, el proceso evolucionó desfavorablemente hasta desencadenar una sepsis, y posteriormente el SHOCK SÉPTICO causante del fatal desenlace.
Cada vida humana es valiosa e irreemplazable, y su pérdida es igualmente dolorosa independientemente de la relevancia mediática de la persona. Lógicamente a mayor relevancia mediática mayor impacto en la sociedad, por cuanto los medios de comunicación actúan como una caja de resonancia en estos casos para lo bueno y para lo menos bueno.
No procede cuestionar sus circunstancias personales, clínicas, ni la calidad de la asistencia sanitaria recibida, que presuponemos es la mejor a la que pudo tener acceso.
Sin embargo, queremos hacer una reflexión sobre el tratamiento que se ha dado a la SEPSIS, cuando se afirma en el titular que “La sepsis, una infección rara pero no imposible, causa de la muerte súbita de Maza” …
Más adelante se afirma que “…no es frecuente y habitual, pero es algo que se ve de vez en cuando en los hospitales españoles”.
Ante estas afirmaciones creo que es necesario realizar algunos comentarios aclaratorios, sin ánimo de polemizar, ni de crear alarma social.
En primer lugar, la sepsis es una situación clínica evitable en un porcentaje muy elevado de los casos si se detecta a tiempo. Para procurar una detección y una intervención temprana es preciso que los pacientes susceptibles de padecerla y la sociedad en general conozcan e identifique correctamente los signos de alerta que nos deben hacer “pensar en sepsis”.
Le hacemos un flaco servicio a la sociedad en materia de prevención de sepsis si etiquetamos a esta complicación como “una infección, o como algo raro pero no imposible…” Porque muchos profesionales y organizaciones, entre las que se incluye “Piensa en Sepsis”, estamos trabajando para mejorar la información sobre la sepsis y sobre todo para ayudar a identificar sus síntomas.
Ello se debe a que somos conscientes que la sepsis es una situación clínica que puede evolucionar en horas hasta el shock séptico, que generalmente acaba con la vida del paciente.
Quisiera también hacer una reflexión sobre la dimensión del problema “infrecuente” que nos ocupa.
En España murieron por accidentes de tráfico 1160 personas en 2016, lo que justifica el enorme esfuerzo tanto por parte de las administraciones públicas, como por parte de la sociedad civil para concienciar a todos los agentes sociales implicados y conseguir reducir esta cifra. En esta línea está el carnet por puntos, la política de sanciones, las campañas de seguridad vial, que apoyamos y respetamos. Nadie en su sano juicio se le ocurriría afirmar que los accidentes de tráfico son poco probables, pero no imposibles… ya que TODOS hemos sufrido pérdidas en nuestro entorno más o menos directo.
En nuestro país murieron en ese mismo periodo de tiempo por Sepsis 17.000 personas, casi 15 veces más que por accidentes de tráfico.
¿Se puede afirmar con rigor editorial que la sepsis no es un problema “frecuente, ni habitual”?
Hasta que no seamos capaces de situar el problema de la sepsis en su verdadera magnitud, y esto es una tarea que nos corresponde a todos, incluyendo los medios de comunicación, no conseguiremos concienciar a la sociedad sobre la importancia de identificar los síntomas de alerta de la sepsis.
Es cierto que es responsabilidad de los profesionales de la medicina y en especial de los Especialistas en Medicina Intensiva realizar el diagnóstico y tratamiento del paciente. Ellos son, sin duda el último recurso de sistema sanitario. Pero antes de que el paciente llegue a ellos, hemos perdido con frecuencia un tiempo valioso, donde una hora transcurrida sin intervención eleva el riesgo de mortalidad del paciente en casi un 7%.
Este tiempo no tiene por qué ser imputable a deficiencias del sistema sanitario, sino que puede tener su origen en la falta de información y de concienciación sobre la SEPSIS del propio paciente, su entorno o la sociedad, lo que dificulta o retrasa la consulta al médico o la visita a la urgencia hospitalaria.
Reducir esta pérdida de tiempo para que el paciente con riesgo de Sepsis sea diagnosticado lo antes posible, requiere la participación de todos, por eso el papel de los medios de comunicación resulta clave trasmitiendo una información objetiva y bien contrastada sobre esta complicación. Esta es probablemente su mayor contribución para salvar vidas.