Precauciones
Después de padecer sepsis, el paciente puede estar bastante debilitado y es propenso a desarrollar una nueva infección, por lo que se deben tomar medidas adecuadas para evitar una recaída:
- Mantener a la persona alejada de otras personas enfermas.
- Administrar todos los medicamentos en los horarios y dosis establecidas por el médico.
- Cuidar la alimentación del enfermo.
- Vigilar la temperatura de la persona enferma.
- Mantener limpias las heridas, cirugías o lesiones.
Cuándo consultar con un médico
Es importante reconocer los casos en que se requiere la consulta médica y/o acudir a un centro hospitalario:
- Fiebre mayor de 38º C durante 6 horas o más.
- Temperatura por debajo de 36,1º C.
- Falta de apetito.
- Dificultad para respirar.
- Pérdida de peso.
- Dolor o distension abdominal con fiebre.
- Vómitos.
- Diarrea.
- Labios, uñas y piel azuladas.
- Color amarillento en los ojos.
¿Puede haber secuelas?
Los pacientes que superan una sepsis grave o shock séptico tienen a menudo problemas de memoria, y algunas limitaciones físicas incluso años después de su infección.
Hable con su médico acerca de ejercicios de rehabilitación que pueden mejorar la calidad de vida de su familiar.